Foto Gabriele Senft – 30.09.2018 | Gedenkveranstaltung am Mahnmal für die Interbrigadisten in Spanien 1936 bis 1939 beim Internationalen Jahrestreffen des Vereins Kämpfer und Freunde der Spanischen Republik 1936-1939 e.V. Berlin
Hace falta la acción antifascista
Manifiesto de los participantes en el Encuentro Internacional Anual de la Federación de Combatientes y Amigos de la República Española 1936 – 1939
Berlín, 20 / 30 de septiembre, 2018
73 años después de liberarnos del fascismo observamos con gran preocupación tendencias de derechas no sólo en Alemania y Europa sino en todo el mundo. Racismo, antisemitismo, odio a los gitanos, nacionalismo o chauvinismo, autoritarismo, además de homofobia y rechazo de las minorías de cualquier tipo, por ejemplo de las personas con minusvalías –lo que la ciencia llama “odio a ciertos grupos”- crecen por todas partes y caracterizan el devenir actual. Partidos “populistas de derechas” y otros abiertamente fascistas participan en los gobiernos de un número creciente de países y muy particularmente en Europa.
Esto nos intranquiliza. Nosotros, la Federación de Combatientes y Amigos de la República española 1936 -1939, fundada por antiguos miembros de las Brigadas Internacionales y por sus familiares y amigos, estamos por los mismos ideales que entusiasmaron entonces a los brigadistas. Los brigadistas defendieron a la República española y a su gobierno democráticamente elegido, amenazados por un golpe militar fascista. Los brigadistas, voluntarios de todas las partes del mundo, sabían que si ganaban los generales golpistas inevitablemente estallaría una segunda guerra mundial y el fascismo se convertiría en un peligro concreto para toda Europa. Los brigadistas tenían razón, desgraciadamente. Muchos de ellos, tras la victoria de Franco y la invasión por parte de la Alemania hitleriana de sus países vecinos, combatieron en los movimientos de resistencia de los países ocupados o en los ejércitos de la coalición antihitleriana; muchos sufrieron y murieron en los campos de concentración nazis.
La herencia de los brigadistas nos obliga a levantar nuestra voz allí donde los valores fundamentales de la humanidad son despreciados, allí donde las personas son discriminadas o perseguidas por el color de su piel, por su origen, por su religión o de por otros motivos. En las Brigadas Internacionales todos las personas eran iguales; lo cuentan entusiasmados los afroamericanos que se encuadraron en la unidad de voluntarios norteamericanos, la “Brigada Lincoln”: en ella, por primera vez en su vida, no fueron discriminados.
Sabemos lo que significó el derecho de asilo para los brigadistas y para todas las personas que se vieron obligadas a huir de Alemania y de Austria. Si entonces más países hubiesen acogido a los que huían, muchas más personas se habrían librado de la persecución fascista. Aunque sólo fuese por esa razón ya estaríamos completamente en contra de cualquier limitación del derecho de asilo. Pero es que, además, se da la circunstancia de que algunos gobiernos europeos consideran a los refugiados como una amenaza y prefieren que se ahoguen en el Mediterráneo antes que salvarlos, algo para nosotros totalmente inaceptable. Cada persona merece ser salvada; esto vale para todas y cada una de las personas.
No obstante nos llena de consuelo y satisfacción que España hoy es uno de los pocos países de Europa en los cuales, (por lo menos hasta ahora), no existe ningún ambicioso movimiento populista de derechas o fascista. Por el contrario, hace poco se manifestaron en Barcelona cien mil personas y exigieron al gobierno español la acogida de más refugiados: Barcelona como puerto abierto para los que huyen y como modelo para Alemania y Europa. Este ejemplo nos muestra que el paso erguido, una actitud humanista, empatía y coraje civil, unidos con una conciencia antifascista son lo que Europa necesita hoy. ¡Luchemos por ello con el espíritu de los Combatientes y Amigos de la República española 1936 1939!